jueves, 6 de enero de 2011

LA PROPINA ROBADA….


Hace ya algún tiempo atrás me sucedió una cosa rara o como se dice en estos tiempos algo muy sui-generis, a través de un amigo conocí a una chica super linda físicamente, en serio -  lo que es ser linda en todo el sentido de la palabra; pero como dicen las malas lenguas, los estuches bonitos suelen ser como la caja de Pandora. Era chévere, divertida e inteligente aparentemente perfecta … Como si eso fuese posible!  Siempre teníamos conversaciones muy interesantes de las se podía sacar algo de lo yo aprendía mucho.

Muchas personas me han catalogado como algo tacaño, pero ella si que lo era, las salidas me salían super baratas no gastaba e incluso lo más lindo de esta relación era el compartir los gastos todo a medías (hasta los lugares de relax corporal, ustedes entienden)  y en la gran mayoría de los casos los gastos no excedían de 4 dólares por cada uno, era perfecto. Yo a través del tiempo e adquirido la costumbre de dejar algo de propina en los restaurantes a los cuales suelo frecuentar generalmente de 0.50 centavos a 1 dólar según la atención y el lugar.
Fue una buena relación hasta que un día, fui por algún motivo al lugar donde generalmente me encontraba con ella para cenar. Allí había 2 o 3 chicas que atendían en las mesas y sucedía que siendo sincero con ustedes,  una de las meseras estaba muy bien … y no es que exagere pero estaba como me la recetó el doctor, simplemente buena.

En esa ocasión entablé una conversación con mi mesera, conversación que para ser sincero ni me acuerdo en lo más mínimo el tema, ya que mientras hablábamos mi mirada y mi cerebro estaban concentrados en ese puchero que se notaba a primera vista.

Lo único que si me acuerdo de la conversación fue la pregunta : ¿Y esa chica que siempre te acompaña es tu novia? y cual judas la negué…  - No para nada, es una amiga!!! , Mentiroso, mentiroso… dije para mi interior – Seguido de lo más impactante, - tu amiga no me cae muy bien… para lo cual yo pregunte - ¿y porqué? – Lo cual el pucherito contesto, perdón la mesera contesto… - siempre que tu dejas propinas, mientras tu te descuidas o te dice para pagar la cuenta ella cambia la propina que tú dejas a 5 centavos o menos… - Qué vergüenza!!! Contesté. Y me levante de la mesa y le aseguré que eso iba a cambiar, claro está; no me fui sin antes pedirle el celular.

Ya en el camino no podía de dejar de pensar en los melones que había visto, pero lo más impresionante fue el saber que tu novia hacia cosas a tu espalda. Imagínense cuanto recaudó de las propinas, lo bueno de esta anécdota fue que ya mi enamorada me traía fastidiado y fue la excusa perfecta para terminar. Y todo salió hasta mejor de lo que pensaba, ya que cambié unas naranjas por unos perfectos melones y yo diría que de exportación… el fin

Escrito por Luis Enrique Zurita Proaño
elquique_zp@hotmail.com ó enrique_zp@yahoo.com

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