jueves, 27 de enero de 2011

“El Destino; ni un segundo antes, ni uno después”.


En cierta ocasión, el día vísperas a la navidad el destino tenia previsto que 2 chicos se conocieran. Nuestra historia comienza cuando Jaime un joven Doctor viaja a la ciudad de quito a compartir la noche buena con sus padres y hermanos, sale de la ciudad de Guayaquil en un vuelo de TAME, en el asiento 12 A y arriba a Quito a las 10 a.m. Es de curioso el destino, Luisa, una bella Lcda. En Turismo también decide pasar la noche con sus padres, ella escogió el mismo asiento el 12 A, con la diferencia que venía de Manta.
Los dos vuelos arribaron a la capital al mismo tiempo y en el tren de cargas estuvieron parados uno frente del otro esperando su equipaje.
Dios destina un momento especial para que las personas se conozcan, en el momento adecuado cupido aparece, se darán cuenta el porque. Ese día después de llegar cada uno salió a tomar un taxi, y fueron a sus casas respectivamente. Como el destino juega curioso, Jaime al despedirse de la casa de sus padres salió al Banco a retirar un dinero para ciertas compras de último momento. Cuando este se disponía a salir del banco era Luisa quien ingresaba, sin embargo una vez más no se vieron. Jaime salió del bolivariano con camino al Quicentro. Mientras el caminaba y observaba con detenimiento las vitrinas de los locales comerciales, Luisa que ya había salido del banco estaba en el Quicentro en la Cafetería Sweet and Coffee degustando de un rico dulce. Una vez que ella termino de saborear su dulce se destino a una librería que estaba ubicada en la parte de arriba. Mientras en la caja de la cafetería Jaime pagaba un Cappucino con un Pie de Limón. Luisa buscaba un libro en particular “Verónica decide morir” de Paulo Coelho, ya que muchos amigos se lo habían recomendado, y gracias a la suerte o al destino lo encontró. Justo ella salía por un de las tantas puertas de esta librería y era Jaime quien ingresaba a comprar en esa misma librería el mismo libro.
- Bueno no deseo aburrirlos con todas las casualidades que el destino les tenía. Así que iré directo al punto -  Todo el día habían estado entrando y saliendo de diversos lugares sin verse el uno al otro hasta qué!… Ya caía las 9 de la noche en un tienda cercana al sector de la Mariscal, justo Jaime y Luisa ingresaron a comprar unos guantes de color blanco, eso se debía al frío intenso que hacía ya que granizaba y llovía al mismo tiempo.
Mientras que curioseaban ambos divisaron un único par de guantes blanco y salieron a cogerlos, cuando ambos estiraron sus manos se dieron cuenta de que habían elegido el mismo articulo y sonrieron, Jaime como todo un caballero les cedió a Luisa que ella muy agradecida le sonrió. Bueno ellos entablaron una conversación muy amena. Jaime decidió invitar a Luisa a un café en un restaurante cercano. La pasaron muy bien fueron a diversos lugares en muy poco tiempo.  Ya a la hora de despedirse ella, una chica que se dejaba llevar por el romanticismo le propuso a Jaime, luego de una conversación en la cual se notarón que todo el día habían coincidido en lugares y no se vieron. Ellos decidieron hacer un experimento. Dejar al destino si deberían el estar juntos, ella decidió dar un guante a Jaime y en el rato en que se volvieran a ver, él se lo devolvería, ella anoto en un billete de 5 dólares su teléfono y dirección y claro compró chocolates con el, si el destino quería debería llegar el mismo billete a las manos de Jaime. Mientras él hizo lo mismo en uno de 10 dólares. Se despidieron, esperaron y confiaron en el destino. Sin embargo pasó un año, sin que el uno supiese del otro. Sin embargo el destino en la misma fecha es decir 24 de diciembre ya alrededor del las 9pm una vez más en la capital, Jaime en una compra de un billete de lotería recibía en el cambio un billete de 5 dólares con el teléfono de Luisa, y en otro lugar muy distante en la casa de Luisa la hermana le pagaba un adeuda con un billete de 10 dólares con el teléfono de Jaime. Ambos se llamaron para encontrarse esa misma noche, en el lugar donde se conocieron, una vez más la pasaran increíble como un cuento de hadas, tanto fue la emoción que no se dieron cuenta y sonaron las 12 campanadas y claro por coincidencia del destino o casualidad dirán estaba bajo un Muérdago, y la tradición dice si al sonar la doceava campanada esta con una persona del sexo contrario que te guste con un beso apasionado cerrarán un amor que durará por siempre. Y así lo fué, el destino juega curioso el sabe cuando es el momento indicado para encontrar tu verdadero amor; Ni un segundo antes , ni un segundo después.

Es una adaptación de una Pelicula que me gusta, pero con un entorno Ecuatoriano.... Je Je je

No hay comentarios: