jueves, 27 de enero de 2011

EL PAYASO


Sale muy temprano en las mañanas, para ganarse algo para el pan. Con una sonrisa pintada que no es la suya, sale el payaso a trabajar. De zapatos grandes blanco con negro y nariz roja como un gran tomate, camina el payaso por la calle triste, él va. Pronto, pronto se acercan los niños, como arte de magia el comienza a contar tantos cuentos, muy divertidos; que enseguida a todos los hace cantar. Son muy chistosos los cachos que cuenta, que es muy difícil dejar de reír. Pero los niños piensan que el ríe, pero por dentro sufriendo él esta. Con la mano en el bolsillo aprieta un frasquito, que de su pecho hace chisguetear un chorrito muy graciosito de su flor que es muy bonita, que divertido es de verdad. Es torpe el payaso dicen los niños cuando hace sus bromas se suele caer, ellos no saben que se siente humillado por unos centavos para luego poder comer. Los niños se burlan por su ropaje ya que es muy grande de verdad, con unos colores extravagantes que gracioso es el payaso, no saben el que llorando está. Aunque a veces las dulces caras de ciertos niños lo hacen reír, luego se van y el payaso muy triste en silencioso llanto se siente a morir. En su carita pintada una lágrima rodando cayendo está, más trata y se anima, él esta muy seguro que en lo próximos días pronto las muchas cosas buena para él vendrán. En su vida hace falta, algo el sabe; pero es muy difícil volverlo a tener.  La sonrisa de su amada, la que talvez no a de volver. Más como el quiere a los niños, el trata y trata de estar contento y sonreír. El trata de contar muy bonitos cuentos, para que muchos de aquellos niños se echen a reír. Y así pasa el día hasta que llega la noche, y el pobre payaso cansado esta. Se saca su traje muy polvoriento, un poco gris de la suciedad. Él se siente frente al espejo, a despintarse su pobre cara. La cara un poco roja de soportar el fuerte sol de la caminata que en su día tiene que aguantar. Ya sin maquillaje el pobre hombre se observa frente al espejo un poco más viejo cada día de soportar.  Aquel sufrimiento de estar solito, lejos de su amada la que no quiere estar, cerca de él por ser un payaso ya que tiene vergüenza de la sociedad. Más pronto vendrá un nuevo día; y una vez mas todo es igual ponerse una mascara para la gente hacer reír, aunque por dentro lastimosamente él tenga que sufrir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta muy bonito, me encantó.