31/01/2008 03:26 PM
Te contemplo placenteramente, ¡Y callo!, Y sonrió al verte aquí, justo a mi lado; Soy dichoso al tenerte. ¡Oh! Mi ser amado. Aunque sabiendo que tienes quince años. Confieso ser quien tú inocencia se ha llevado; Y no importa el sufrir agonía o calvario. A decir verdad, estoy de ti enamorado. Espero, ¡Jamás, nunca! Partas de mi lado. Para muchos eres tan solo la niña, Que sonríe y juega, una cara bonita, Y estando dormida espero la cita,¡Desnudes, cuerpo! Me llama, me incita, Al verte toda, el corazón se excita, Lujuriosa pasión, cuerpo de jovencita. ¡Hoy!, acaricio tus largos, tus finos cabellos. Mis manos recorren tus muslos, tus pechos, Al jugar mis dedos, con tus suaves bellos. Agradezco a Dios, el compartir un techo. Debiéndole la vida, que duerma en mi lecho; la mujer, la niña, la dueña de mis sueños. De la cual espero ser de su amor el dueño. Ella, la causante, de todos mis desvelos. Y si alguna vez Dios, de mi te alejaría, Con mortal cuchillo, mi vida quitaría, Pecar con mi muerte, que no verte cada día. ¡Dime!, Un cuerpo sin alma para qué valdría.Escrito por Enrique Zurita Proaño.( 31/01/2008 03:26 PM )
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